“Libérense, desplieguen sus alas”, “Como te quiero, te cuido”, dos han sido los lemas que se han repetido sin cesar durante la semana que el colegio San Pedro Apóstol, nuestro colegio, le ha dedicado a su fundadora, la Madre Cabrini. Y sí, las alas del SPA se han desplegado y ¡de qué manera!.
Iniciamos las actividades uniéndonos todos en el corazón de la Santa, dibujando con imágenes de nuestros alumnos y alumnas las líneas que conforman lo que ha sido desde siempre nuestra filosofía de colegio: educar en el corazón. El patio se llenó del color rojo de los corazones entusiastas de una comunidad educativa que celebraba seguir los pasos de la que fue su fundadora y primera maestra.
Los lemas han llenado de letras y colores pasillos, escaleras, aulas, patios,… todos los espacios que conforman nuestro hogar cabriniano.
Y, sí, desplegamos las alas, unas alas blancas plenas del entusiasmo de los cientos de niños y niñas, nuestro alumnado, que colaboró con ganas, alegría, risas, …mientras se grababa desde arriba, casi desde el cielo, el vuelo del espíritu de Madre Cabrini.
Y, finalmente, el propio día de la celebración, pusimos el colofón con la Eucaristía en la capilla del colegio a la que estaba invitada toda la Comunidad Educativa, todas aquellas personas que forman esta comunidad o que han formado parte de ella a lo largo de tantos y tantos años de historia, ciento veinte, casi nada, y que nunca se quieren perder tan señalada fecha. Un curso más, una fiesta más, hasta el año que viene. Eskerrik asko Madre Cabriniri, eskerrik asko denoi. 
