LA PUERTA VIOLETA
Una niña triste en el espejo me mira, prudente, y no quiere hablar.
Hay un monstruo gris en la cocina
que lo rompe todo, que no para de gritar.
Tengo una mano en el cuello
que me impide respirar,
una venda me tapa los ojos.
Tengo una culpa que me aprieta,
se posa en mis hombros y me cuesta andar.
Tengo el cuerpo encadenado,
las manos agrietadas,
mil arrugas en la piel.
Pero…..
dibujé una puerta violeta en la pared,
y al entrar me liberé, corrí, grité, reí,
sé lo que no quiero,
ahora estoy a salvo.
Tengo necesidad de girar la llave y no mirar atrás.
Dibujé una puerta violeta en la pared,
y, al entrar, me liberé.
ROZALEM
Acompañados de estos sugerentes versos de Rozalén y de su preciosa música, desde el
Erradicar todo tipo de violencia es una tarea difícil, una labor ardua, pero no podemos cejar en el empeño. Es un reto y como tal nos lo tenemos que plantear ahora, y nos lo tendremos que seguir planteando en el futuro. Animo eta aurrera!