El Museo está en obras, pero pudimos disfrutar de un itinerario que, además de cuadros de la colección permanente, incluía la nueva adquisición: la versión del Gernika realizada por Ibarrola. Sólo por ver esta obra ya merece la pena visitar el Museo.
El colofón fue asistir a la exposición “Mujeres en el Arte”. El particular diseño de esta exposición permite escuchar distintas interpretaciones de cada obra, y esto ayuda, sin duda, a disfrutar mucho más de ella, como así lo reconocían los alumnos y alumnas.
La visita y la atención recibida por las guías fue excelente, como siempre. La vivencia de las obras in situ es una experiencia estética necesaria en la educación.Comenzaremos un nuevo proyecto ligado a esta visita: “Descubriendo a Iturrino”, pero esto ya será en el aula. El Museo seguro que nos esperará hasta el curso que viene.